Según publica el diario Sport, la póliza de 30 millones de euros concedida por Jaume Roures para garantizar el aval de la Junta Directiva tiene vigencia hasta el 30 de noviembre.
¿Qué pasará en dicha fecha? Que al vencer dicha póliza el banco dejará de garantizar esos 30 millones y el aval de la Junta será insuficiente, a menos que consigan avalar ese importe de otra manera o que puedan reducir el importe del aval requerido.
¿Y cómo se puede reducir el importe del aval?
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En primer lugar, la Ley del Deporte exige que la cantidad del aval sea del 15% del presupuesto de gastos del club. Por lo tanto, si el presupuesto de gastos del club se reduce, se reducirá proporcionalmente el importe del aval. En pocos meses la Junta de Joan Laporta deberá presentar el presupuesto del ejercicio 2021/22 y podrá intentar que este sea más reducido que el anterior.
En concreto, si consigue reducir 200 millones de euros del presupuesto de gastos (es decir, pasar de los 796 millones del ejercicio 2020/21 a 596 millones) podría reducir el importe del aval en 30 millones.
Para reducir gastos la principal acción sería reducir la masa salarial de las plantillas deportivas, especialmente la del primer equipo de fútbol, algo que parece complicado dado que durante esta temporada ya se ha negociado con los jugadores, que han asumido un aplazamiento del pago de parte de sus salarios en años posteriores.
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La segunda opción para reducir el importe del aval sería presentar beneficios en el ejercicio 2020/21, algo que también parece complicado, dado que el mismo Laporta indicó en campaña su previsión de que los ingresos para este ejercicio serían de tan solo 650 millones, en lugar de los 828 presupuestados por la Junta de Josep Maria Bartomeu.
Por lo tanto, es muy previsible que el Barça tenga pérdidas en este ejercicio, lo que incluso aumentaría el importe del aval.
Pero aunque sólo queden tres meses para el cierre del ejercicio, Laporta y su junta podrían intentar tener ingresos extraordinarios que mitiguen esas pérdidas o incluso lleguen a dar benefícios. Destacan dos vías para conseguir esos ingresos: la primera, la venta de jugadores, algo que ya se ha hecho en los últimos ejercicios para maquillar las cuentas y podría hacerse con más agresividad. La segunda, el famoso acuerdo Barça Corporate, que consistiría en vender una parte de varios negocios del Barça (pej, el merchandising o los contenidos del Barça Studios), operación que a corto plazo permitiría mejorar la situación de caja y el resultado económico pero que a largo plazo puede ser contraproducente ya que se renuncia a parte (dicen que el 49%) de los ingresos y beneficios futuros de esos negocios.
La pregunta que debemos hacernos ante esta situación es si estas posibles acciones de la Junta se hacen por el bien del Club o por el bien de la Junta. Si se reduce drásticamente el gasto o se venden negocios muy importantes para el futuro podemos estar resolviendo el problema de la Junta (su capacidad para avalar) pero al mismo tiempo limitando los ingresos y el crecimiento futuro del Barça.
Claramente la exigencia del aval no consigue el objetivo deseado (una buena gestión del Club) y por otro lado crea incentivos perversos que pueden ser tremendamente negativos para el Club.